domingo, 1 de diciembre de 2013

Un Largo Día de Acción de Gracias

En un pequeño bar de Yangzhou donde se juntan los expatriados viviendo en China, Angela corre desde la puerta y salta para abrazar a su padre. José le lleva nada menos que 45 años a su pequeña hija de 7, pero su rostro rejuvenece y se vuelve un niño para jugar con ella en la mesa de pool. Todos sabemos que ella va a jugar mejor que todos nosotros eventualmente. Sin dudas tiene al mejor instructor.

Hoy José agradece al tiempo por esa bala que aunque ya no está en su pierna él sigue sintiendo a veces en esos días de humedad tan característicos en Yangzhou.

Hace más de 30 años José aún estaba en el ejército. Amaba su trabajo y era respetado por sus compañeros. Aunque viajaba muy seguido y no podía ver a su esposa por largos períodos, tenía un futuro que brillaba. Hasta que un día sucedió lo que muchos dirán que fue desafortunado. En pleno Amazonas, a más de 30 grados de temperatura, en el medio de una zona empantanada y bastante lejos de la civilización, a uno de sus compañeros no se le ocurrió mejor idea que jugar con un arma. La bala atravezó la parte superior de la pierna de José, que con un grito sellaría el fin de su carrera. Su compañero terminó detenido por varios meses, pero él se tuvo que ir de baja.

La vida en casa iba empeorando, aún después del nacimiento de su primera hija. Y a falta de dinero, José tuvo que salir a trabajar de comerciante, una profesión que pensé no iba a ser para él. Definitivamente por su talento, o porque su esposa los había abandonado a él y a su pequeña hija cuando ésta era muy pequeña, este hombre se hizo a sí mismo el mejor vendedor. Mercedes Benz no tuvo otra alternativa que enviarlo a vender sus costosos autos a los magnates de China aunque él no quisiera.

Hoy, veinticinco años después de ese momento, José vive en China y tiene su propia empesa de logística. Se ha casado con una modelo China que lo adora y le da la familia que siempre necesitó. Se ha convertido en el padre modelo de una niña brasilera que crió solo yendo y viniendo de Brasil a China, y se ha vuelto el hombre en la vida de Angela.

He aprendido muchísimo de este hombre tan solo unos pocos meses después de mi llegada a estos pagos. Cuando escuchamos estas historias muchas veces no hacemos más que sentir ese espasmo estomacal y preparar esa mueca para decir "Uy, pobre". José no se considera a sí mismo un pobre tipo, hoy sabe que aunque todavía recuerda cómo se sintió esa tarde calurosa, es el tipo más afortunado del mundo.

Y es entonces que me di cuenta que así es, que somos afortunados porque a pesar de que nos han pasado cosas, o que nos pasan cosas, no dejamos de levantarnos todos los días para buscar aquello que nos haga llegar a destino. Cualquier destino. A nuestro destino. Y es en ese proceso que nos olvidamos de agradecer por todo lo que nos hace ser nosotros, por aquello grande y pequeño que nos ayuda a cumplir el objetivo.

Por eso, hoy, día de acción de gracias (festividad muy norteamericana pero a la que voy a adherir por este año únicamente) quiero agradecer por todo aquello que hoy me hace decir "estoy llegando a destino":

1)  Mi familia. Que me dio alas para volar y nunca me marcó los límites. Y que sigue mis locuras sin resoplar, por las dudas.
Antes de viajar a China me llevaron a Lujan a bendecir una virgencita para que me acompañe. No soy muy religiosa, pero le tengo pánico a volar así que la tuve agarrada todo el tiempo en el vuelo.
2)      Mi mejor amiga, quien me demuestra día a día lo duradera que puede ser una relación aunque te hayas agarrado de los pelos y gritado con ella toda tu infancia.
3) Mi segunda familia: mis amigos. Con los que extraño compartir una noche de picada con un Fernet.

  4) Tener un trabajo. Tener un hogar. Tener comida frente a mí en las noches. Tener calefacción. Tener servicios. Si uno abre los ojos se da cuenta de lo agradecido que debería estar.

5)Los pequeños regalos de mis alumnos, sus sonrisas al verme, y sus abrazos esas frías mañanas en las que digo “¿Si llamo y digo que estoy enferma?”.


Si me hará volverme el Grinch este curso. Pero cómo los quiero.

        6) Por esas personas que sin serlo llamo “mis profes”. Que me enseñaron y enseñan a vivir todos los días. De los que me gustaría poder obtener algo, aunque sea una lapicera usada.
          7)Esos momentos en los que caí muy bajo. Esos momentos en los que pensé que no iba a poder ser yo misma nunca más, y en los que me demostré encontrarme en todo momento sonriendo genuinamente.


         8)La gente que no quiero en mi camino. Porque he aprendido de ellos, pero no por querer ser como ellos.


         9) Tener dos piernas, dos brazos, dos manos, etc... y tener la plena libertad de hacer lo que mis ganas y mi bolsillo me dejen hacer. Sin que la sociedad, mi religión, mi gobierno me lo impidan.
Viajo a dónde quiero, cuándo quiero, con quién quiero, cómo quiero y si todavía tengo un mango en el bolsillo le traigo regalos a los que me esperan en casa.
       10) Haber aprendido inglés y haberme recibido en la Universidad finalmente. Porque gracias a eso puedo hacer lo que más me gusta: VIAJAR.


1     11) El levantarme todos los días muuuuuuuuy temprano a la mañana, estirme, bostezar, quedarme dormida y en el medio pensar “Estoy en China, carajo!”.

        12) El yoga. Qué sería yo si no practicara yoga. Qué hacés que no empezás a practicar.

 
      13)Mi necesidad de estar rodeada de gente todo el tiempo. Juro que conozco gente demasiado interesante de la que me estaría perdiendo si no fuera así.


      14)Mi muy poca paciencia. Ser inquieto te puede llevar a obtener la mejor receta de torta de café del mundo (sí, es la mejor, y qué?).

       15)Newton.



       16)Las buenas historias. Las que leo y las que intento transmitir. Qué sería de mi vida sin una buena historia que saborear.

      Me gustaría saber a qué tienen que agradecer hoy.


4 comentarios:

  1. Agradezco por haber aprendido castellano (bueno voy aprendiendo…un día capaz puedo entender que dicen mis compañeros de fútbol cuando se burlan entre ellos!) que es un desafío que me gusta y a la vez me deja conocer una nueva cultura y gente copada.

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  2. Gente copada!! Me encanta. Va mejorando todos los días. Qué genio este galés!

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  3. A vos tengo que agradecerte!!! Mucho!!!! Y pedirte tambien: que sigas siendo! Y que donde y como sea estemos conectadas!
    Te quiero amiga! SE FELIZ QUE ES LO QUE MEJOR TE QUEDA!

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